lunes, 25 de agosto de 2008

Los cegatos



Hoy analizaré una historieta corta de 8 páginas disponible en el nº7 "La tergiversicina" de la Colección Olé Grande. Su título, "Los cegatos", es una excusa para poder narrar una historieta de Rompetechos interfiriendo en la vida de Mortadelo y Filemón. Dicho pretexto se debe a que esta historieta fue concevida para la revista "Super Mortadelo", que solía tener un tema a tratar por la mayoría de dibujantes de la revista (sobretodo los geniales análisis de Ramis, que eran todo un clásico esperado en la publicación). Es por ello que se dedican unas dos páginas para hablar ampliamente de los percances oculares en general. A destacar de esta página encontramos los extraños (y por ello efectivos) dibujos, cuya aparente inconexión da pie al divertimento, aunque hay que lamentar que los gags son un poco pillado por los pelos. No obstante, se puede considerar toda una rareza el "Picotazzo" de la primera viñeta.

Acto seguido, y para cerrar la introducción, encontramos con una divertida propuesta en que se anuncian "diferentes tipos de vista según el ojo que los mira". Es una propuesta simpática ya de entrada, que Ibáñez sabe rematar con buenas ideas y buenos gags. Aunque en este caso el dibujo es lo de menos, ya que muchas viñetas son más bien conceptuales, en lo que cuenta es el gag en sí y no lo que explícitamente se ve (vamos, que muchas viñetas son méramente blancas o negras en su totalidad). Aun así, el impacto visual de esta media página es muy bueno, recordando incluso a los locos apartados de Ramis en la revista.

¡Claro, un gusano ve el careto de uno sorprendido de que la manzana está mala, jeje!


Sea con el motivo que sea, Ibáñez nos brinda con uno de los primeros crossovers entre Rompetechos y Mortadelo y Filemón, detalle que ya hace ya de por sí graciosa y mítica la historieta. Sabemos que no es la primera vez que Rompetechos pisa las viñetas de nuestros agentes: en muchas ocasiones aparecía en una viñeta haciendo el chiste de ver algo que no era lo que pensaba que era, como mero comentario intrascendente en la aventura, o incluso formaba parte de la aventura con cierta notoriedad como en la historieta corta "¡quiero volar!" en que aparecía en unas cuantas viñetas, o en la historieta larga "A la caza del cuadro" en que tuvo su aparición estelar en uno de los 11 episodios de 4 páginas. No obstante, en esas 2 aventuras el papel de Rompetechos era aún de secundario, ajeno al transcurso lineal que se genera el espectador, como si Rompetechos fuese un extraño, eso es, sabiendo a cachos qué es de su vida, tomando la completa linealidad en nuestros agentes. Y eso es debido, básicamente, a que Mortadelo y Filemón entraron en su residencia de incógnito, por lo que poco era el tiempo que debían de compartir viñeta. Es por ello la magna importancia de esta historieta: no sólo estamos hablando de un completo protagonismo de Rompetechos tanto en título como en el transcurso de la historia, sino que, además, adopta el rol de personaje principal, viviendo desde sus inicios todas sus andaduras, pareciendo más bien que sean nuestros agentes los secundarios y todo. De ahí que no sólo era el debido crossover lo que hacía especial este cómic, sino que, tras bastante tiempo sin leer historietas nuevas del tan amado personaje cabezón, uno podía estar teniendo la sensación de leer un nuevo cómic actual de Rompetechos. Demasiados aspectos que hacían de esta aventura toda una gran historieta, aunque los sucesos fuesen más bien normales, pero ver tanta química junta es, sin lugar a dudas, inolvidable. Y eso que en los cómics actuales es prácticamente obligada la aparición del cegato bigotudo, cosechando buenos éxitos en "¡Rapto tremendo!", "El dos de mayo" y un sinfín más de historietas donde aparece. Pero para aquel entonces era extraño que el renacuajo negro tuviese tanto protagonismo en unas páginas.

Rompetechos saliendo de casa y caminando por la calle, ¡todo un espectáculo!

Es por ello que vemos cómo Rompetechos sale de casa junto a sus confusiones y se introduce accidentalmente en la T.I.A. Tras ello se introduce con un chiste simplón a Mortadelo y Filemón y es entonces cuando se juntan a base de gags característicos de Rompetechos. Quizás sean estos primeros gags de la oficina los más divertidos, quizás por su sadismo en forma de disparos de pistola, quizás por la originalidad de confudir un teléfono con una pistola situada encima de un reloj, quizás porque nuestros agentes sufren de lo lindo por dichas confusiones, aspecto que se va dilullendo a lo largo de la aventura.

No creo que el cabreo sea por cambiarle la hora al reloj ...

Otro aspecto a destacar son los inocentes inicios al humor de "desacato", esta vez con una dosis inofensiva permitible, que es el que le toquen las tetas a Ofelia por error. ¿Os imagináis cómo sería este gag en los cómics actuales? ¡No quiero ni imaginarlo! Pero seguro que dirían la palabra pezón ... en fin, mejor me callo. Sea como sea, aquí se mostró de una manera más bien simpática, las cosas como sean.

¿Denunciarlo? No: ¡mejor meterle un sopapo, jeje!

Una vez en el exterior hay el clásico accidente de coche, esta vez fruto de inumerables confusiones de visión de Rompetechos. Y tras otras peripecias, llega un simpático chiste sobre un chino, bastante original, el cual nuestro cegato confunde un cohete con un chino, y su mecha con la coleta de este pobre hombre. Vemos la variante clásica de Rompetechos de buscar algo que tiene justo al lado y que despistadamente pasa de largo (como en una historieta corta suya en que busca una tienda de sombreros y pasa justo por al lado mismo sin apenas verla). Destacar también que quizás, junto a "El premio Novel" y "Bye bye, Hong Kong" sea una de las pocas participaciones chinas directas (aunque seguro que chespiro nos sorprenderá con una entrada sobre invitados chinos en el mundo mortadelero, ¡me lo estoy oliendo! XD). Es por ello que se nos hacen raro los chinos de la segunda película de Mortadelo y Filemón, pero, sin embargo, cómo son las cosas, que es precisamente "el jarrón de Hong Kong" una de los mejores capítulos de los festivales de Estudios Vara ...

No vuela demasiado que digamos, ¿eh?

Y tras más incidentes parecidos, y liándola mucho allá por donde van, la historieta finaliza con una justificación poco importante de la confusión en general, que acrecenta las iras de Mortadelo y Filemón ante Rompetechos. Por último quisiera destacar que en una aventura de principios de los noventa ya se acusa este crossover, en "El 35 aniversario", lo que pasa que en este caso es menos especial, porque el tomo en sí ya es un especial en que Mortadelo y Filemón comparten presencia con otros personajes célebres de Ibáñez. Además, Filemón no aparece en ese tramo de aventura, por lo que se podría decir que el color predominante es el NEGRO (aunque esta afirmación sea una somera tontería).

6 comentarios:

Víctor 1988 dijo...

En esta historieta es casi más protagonista Rompetechos que Mortadelo y Filemón. Aquí Ibáñez se hace un auto-homenaje...

Mortadelón dijo...

Sin ser especialmente destacables, casi diría que estas aventuras cortas superaban a los largos de la época.
Saludos.

Don Guri dijo...

Bueno, lo de confundir unchino con un cohete y pegarle fuego a la coleta tambien lo hizo en alguna de sus historietas cortas.
Como los britanicos lo descubran, nos montan otro pollo igual que con la foto del baloncesto esa ;)

Chespiro dijo...

Yo disiento con Mortadelón. No creo que las historieta cortas de la época sean especialmente destacables. De hecho, parece que Ibáñez no estaba dispuesto por mucho tiempo más a que el contenido "especial" de la revista le impusiera un tema de trabajo. Al poco tiempo,esta actividad quedó relegada para otros colaboradores de B, limitándose Ibáñez a las aventuras largas.

Bigotito dijo...

No, y no me extraña que a Ibañez siempre invada de cegatos los comics ( el de " concurso oposicion", " las tacitas volantes", " Mortadelo de la mancha ")....etc.

chance gardiner dijo...

Me extraña que nadie diga nada del señor con dos cabezas haciendo el típico comentario secundario por detrás... Es muy divertido